Lo reconocemos, es una de nuestras debilidades, Carmen Mayordomo nos tiene atrapados desde hace años. No importa si nos hace reír, llorar o sufrir. Su cuerpo y su voz son carne de teatro que acrecientan nuestras ansias de sentir su presencia en escena. Una de las reinas indiscutibles del off, aunque puede saltar (como ya lo ha hecho) al circuito comercial y hacer las delicias de todo tipo de espectadores. Inteligente, camaleónica, arriesgada, generosa, divertida… pero sobre todo una mujer amiga de sus amigos, comprometida y con un arte que empapa de pasión cualquier escenario que le pongan por delante. Afortunadamente lleva mucho tiempo trabajando sin parar y es imposible no encontrarla en algún montaje e incluso en más de uno a la vez : «Elepé», «Peceras», «Intimidad», «Eterno Creón», «Locuras Cotidianas», «Yo amé a Edgar Allan Poe», «Tres», «Los Buitres»…
1) Si hay algo que tenemos claro después de verla estos últimos años en los escenarios, es que Carmen Mayordomo crea adicción. Así que, para empezar… ¿Dónde podemos conseguir ahora mismo las mejores dosis de su arte?
Dosis de arte, jajaja. ¡Podría ser un gran título!
Mira, soy muy afortunada. Ahora mismo estoy con «Tres» en el Teatro Lara, una comedia fantástica de Juan Carlos Rubio, dirigida por Quino Falero, que está funcionando de maravilla y con la que estaremos toda la temporada. Las risas, con la falta que nos hacen, están garantizadas.
También en el off, en La Pensión de las Pulgas, disfruto como una enana con «Los Buitres», otra historia, aquí nos sumergimos en un ambiente sórdido, decadente, de violencia psicológica, muy perverso todo. Un matrimonio que celebra su aniversario recibe a un amigo del pasado y se desata la locura a tres bandas… estupendo texto escrito y dirigido por Carles Harillo.
Y de gira, después de tres años, con «Peceras», de Carlos Be, con mis compis Iván Ugalde y Fran Arráez, visitaremos en breve Zaragoza, Bilbao, Santander… y seguramente rebasaremos nuestras fronteras….
No está mal, ¿no?
2) Todavía se nos humedece la pestaña cuando recordamos a esa Lucía de «Elepé» ¿Qué ves cuando haces sombras chinas contra la pared?
«Elepé» es una joyita de Carlos Be donde se mezclaban a la perfección el drama y la comedia… como en la vida; la luz, por muy potente que sea, siempre produce sombras… Yo no soy de las que se asustan de su sombra, reconozco mi parte mezquina; la tengo y juego con ella. Para un actor, sus sombras son herramientas de trabajo…pero permite que no te las confiese.
3) La sombra en el ojo, las garras afiladas… ¿Hay que estar siempre preparada para el ataque en esta profesión?
Soy muy corporativista con mi profesión; me gustan mis colegas y creo que el peor ataque siempre nos viene de fuera.
Ya sabemos que hay poco trabajo, mucha competencia, las condiciones nefastas… pero estoy convencida de que lo que yo hago, mi voz, mi cuerpo y cabeza, son únicos. Hay muchas formas de interpretar, pero procuro dotar a mi trabajo de una verdad muy personal, mi verdad. En «Tres» estoy con dos actrices estupendas, Natali Pinot y Eva Higueras, y lo que funciona es nuestra combinación, nuestras diferencias… A mí dame compañeros ambiciosos en el trabajo, que no se conformen.
El ataque peligroso e injusto es el ninguneo del poder al mundo cultural, al cine, teatro, la literatura, la danza, el 21% del IVA.
Un pueblo que no respeta su cultura, es un pueblo sin futuro, y lo dijo alguien mucho más listo que yo.
Oí a un colega decir:» si estrenan otro programa de cocina en TV me pongo en huelga de hambre»… ahora todo es cocina, que oye, soy del norte, conozco nuestra cocina de maravilla y es espectacular, pero ¿ el teatro no es marca España?… ¿Cuántas leyes de educación se han aprobado desde que somos democracia? Yo tuve la suerte de empezar haciendo teatro muy jovencita… pero ahora parece que no interesa y ya sabemos a quién.
4) Yocasta tenía el corazón dividido entre sus dos hijos (Eteocles y Polinice) y a ti, cuando miras alrededor ¿qué te parte el alma?
¡Qué bueno poder hacer una Yocasta! Yo, que no soy madre…
A mí, el alma me la parten muchas cosas… la injusticia social, tragamos con hechos flipantes.
Estoy muy sensibilizada con el maltrato animal, aunque estamos consiguiendo cosas poco a poco, ¡qué difícil es cambiar mentalidades y costumbres en nombre de la tradición! ¡Qué tradición de mierda! ¿Qué os parece lo de Tordesillas? ¡Cómo podemos consentir que todas las fiestas populares de nuestro país se celebren torturando animales¡ No puedo con los toros. Creo que todo viene de lo mismo: la incultura es un lastre enorme… por eso amo tanto el teatro; es un instrumento genial para cambiar el mundo.
5) Te hemos visto haciendo hasta de maniquí plastificado ¿Cuál es tu «locura cotidiana» más satisfactoria?
Ayyy.. ¡El maniquí! Es que mola sentirse de vez en cuando mujer florero…jijiji.
¿No te parece bastante locura seguir dándole al teatro, metiéndome en proyectos donde se trabaja mucho y se cobra poco, proyectos que no sabes muy bien a dónde van a llegar?, ¿o hacerme dobletes de funciones diferentes en teatros diferentes?… pero es que el venenazo del teatro es imparable.
Del resto, te diré que soy muy normalita, me gusta tener amigos cerca, querer a mi chico, trabajar en lo que me gusta, tomarme mis vinitos después de las funciones, o sin funciones, mantener la mente sosegada por mi propia salud y hacer ejercicio.
¿Te puedes creer que hay gente que todavía me saluda con un gesto del maniquí? ¡Qué fuerte!
6) Cuando cierras la puerta, ¿de qué habla Carmen Mayordomo?
Soy muy, muy curiosa, me interesan muchas cosas, pero reconozco que me encanta hablar de lo mío, del teatro, de pelis y libros; adoro viajar y me encanta la gente que me cuenta de lugares que conoce, de política…
7) La pasión desborda tu mirada, pero ¿qué buscan tus ojos cuando miras a los demás?
Pues ¿qué voy a buscar? Lo que todo el mundo, que me quieran y me valoren ¿no? Amor, que es lo que importa, y lo que no se compra. Me gustaría que en las retinas ajenas se quedara el recuerdo de algo que he hecho … que mi trabajo no sea en balde….¡y vivir sin miedos!
8) Suponemos que eres consciente del impacto emocional que causaste en el público con tu papel en «Peceras», de Carlos Be. ¿Dónde están tus limites cuando te lanzas al escenario?
Con «Peceras» pasó algo extraordinario. La primera vez que la representamos en La Casa de la Portera, en ese espacio tan reducido que venía muy bien al asunto, tan claustrofóbico, en esa función digo, el público era amigos y colegas de la profesión, y causó un shock, unos salieron espantados, otros decían que aquello no se podía llevar a escena, otros encantados…ahí nos dimos cuenta del artefacto teatral que nos traíamos entre manos. Un giro a la violencia de género, violencia sin derramar una sola gota de sangre y cero efectismo. Ese impacto se genera, en mayor o menor medida, cada vez que la hacemos… conseguimos que el público se sienta tan involucrado, tan dentro… ¡catártico¡ ¡qué fantástico! ¿ no? ¿Por qué límites? pagamos una entrada cada vez que vamos a ver algo, nos gusta o no, empatizamos o no, hay historias que nos tocan y nos atraviesan el corazón; se trata de eso, ¿verdad? ¿Por qué deberíamos autocensurarnos? Yo soy Carmen, no los personajes que interpreto.
Ayer una espectadora-amiga me confesaba adorablemente el pudor que sentía cuando me veía desnuda en escena… me lo confesaba con todo su cariño y con toda su honestidad… y ese pudor, ¿tiene que ser también mío?.
9) ¿Qué necesita cambiar este país para entender y valorar como se merece la profesión de actor/actriz?
El camino es la educación y la cultura.
10) Y la décima….. Susúrranos algo al oído que despierte nuestra sonrisa.
Mengano va a ver a Fulanito al hospital porque está recién operado. Allí se encuentra con Zutano, y Mengano le pregunta : Oye ¿has visto a Fulanito ?, ¿Cómo está? . Y le contesta: ¿Le viste en el Don Juan? ¡Pues mucho peor¡
jiji…Telón.