LOS BUITRES

Los buitres son aves rapaces diurnas, de color pardo o negro, que se alimentan principalmente de carroña. En un escenario velado, casi vampírico, dos seres celebran su aniversario destrozándose a dentelladas. Todo en esta atmósfera habla de decadencia, de muerte, de abandono: la luz, las flores secas, una cena sin alimentos, los silencios elocuentes, las palabras tóxicas, la incomunicación y la fingida supervivencia. Su voracidad al abusar y manipular a los demás no conoce límites. El nihilismo ahoga cada bocanada, asfixia cada movimiento en un ocaso simbiótico. El sexo es físico, el amor es ocultado, el jardín y los cuerpos son yermos. Hasta la vida, o lo que queda de ella, es estéril.
Con una clara herencia de Strindberg y ecos de Poe, un naturalismo existencialista empapa cada jadeo. Los personajes son dementes que luchan por la supervivencia, que no admiten el amor como instrumento de redención, que vegetan por parasitismo. Carles Harillo Magnet retuerce el texto y lo fuerza con pocas concesiones. Incluso cuando aflora algún conato de sonrisa, ésta perece al instante, envenenada y triste en la comisura de nuestros labios. Carmen Mayordomo (grande en su fragilidad, dura en sus silencios, viento en la voz y eternidad en la mirada) pelea, miente, humilla, finge y sodomiza sus propios sentimientos en su pugilato con un Mario Zorrilla/Cesar Sánchez, sombrío, torvo, eficaz y convincente. Ellos juegan, planean, atacan y devoran sin compasión como buenas aves carroñeras dispuestas a quedarse con el trozo más sabroso de carne. Acompañan, complementan y enriquecen esta naturaleza muerta Xabier Murúa (angustia y dependencia a flor de piel) y Josi Cortés (hermosa en su humillación). Sin ellos, todo sería más plano, menos vívido.
Hay que destacar la exquisita mano de Pier Paolo Alvaro y Roger Portal a la hora de diseñar el vestuario y de ambientar el escenario, atemporalmente antiguo, agobiantemente perfecto.
Esta producción, exhumada de la extinta Casa de la Portera, criada en otro espacio familiar, la Pensión de las Pulgas, llega ahora a la sala Lola Membrives del Teatro Lara para hacernos pasar un buen/mal rato.
Dramaturgia y dirección: Carles Harillo Magnet
Vestuario y Espacio Escénico: Pier Paolo Alvaro
Espacio Sonoro: Boby Lauren
Diseño de Luces: Jesús Antón
Ayudante de Dirección: Zoilo Carrillo
Jefe de Producción: Gabriel Sánchez
Ayudante de distribución: Pinar Bernudo
Producción Ejecutiva: Manuel De
Comunicación: Josi Cortés Comunicación
Autor y director: Carles Harillo Magnet
Una producción de Ojos de Sapo