
CLÁSICO CON AROMAS DE FEMINISMO
Dentro del aún inexplorado acervo teatral clásico español se encuentra un Siglo de Oro en el que, como los retablos, corusca exteriormente un contenido de materiales humildes y efectismo sorprendente. Nunca antes se había estrenado “El amor médico”, como tantas otras obras de ese siglo tan nombrado como desconocido. Tirso de Molina forma parte de esa jugada de ases siempre ganadora, más por farol que por aprecio de un público neonato.
Con unos códigos actuales, se abordan temas como la igualdad de derechos y el conocimiento redentor y democrático y se plantean con un enfoque feminista, pero sin romper las estructuras sociales (estamos en el siglo XVII).
Se recrea, con el oportuno aggiornamento, un corral cómodo de buena visibilidad y medios técnicos adecuados para el lucimiento de un reparto ya versado en el teatro clásico, tanto por formación como por experiencia. Dicen muy bien el texto, cantan, se manejan firmes, ágiles y divertidos en registros dispares, se mueven con seguridad en escena y transmiten eficazmente lo que el autor pretendió, con humor y complicidad. Toda la escenografía, vestuario, sonido e iluminación especialmente, se colocan al servicio del montaje con versatilidad, guiños oportunistas a la actualidad, música e instrumentación del presente.
Esfuerzo loable el de esta producción, bien dirigida, que logra resucitar la contemporaneidad de textos que aún duermen en la oscuridad silente de nuestra ya riquísima y olvidada memoria. Nuestras raíces, nuestro pasado son también base de nuestro futuro.
Lo mejor: La capacidad de identificación con el público.
Lo peor: Algún guiño gracioso a la actualidad que ya cansa en este tipo de producciones.
Dirección:
Hugo Nieto
Reparto:
Sara Moraleda
Carlos Jiménez-Alfaro
Esther Isla
Jorge Muñoz
Daniel Llull
Autor:
Tirso de Molina
Adaptación:
Alberto Gálvez
Escenografía:
Hugo Nieto
Iluminación:
Felipe Ramos
Francisco Ruiz
Vestuario:
Lorenzo Caprile
Música:
Miguel Magdalena
Producción:
Ensamble Producciones S. L.