Descripción
“Uno de los testimonios literarios más conmovedores acerca de la Guerra Civil”
Penal de Ocaña es el diario de María Josefa Canellada, que siendo estudiante de Filosofía y Letras en el Madrid de 1936, discípula de las mayores figuras intelectuales del momento y colaboradora del Centro de Estudios Históricos, vio truncada su vida por el estallido de la Guerra Civil y se entregó en cuerpo y alma a atender a las víctimas del conflicto enrolándose como enfermera.
A esta relevancia histórica se añade un factor personal: Canellada fue la abuela de Ana Zamora. Con sensibilidad, Zamora adapta para la escena el intenso testimonio de aquella estudiante, que se va haciendo a sí misma a través de las elecciones que toma en su periplo cotidiano descubriendo a través de su angustia, más que de la propia razón, lo que es la verdadera existencia. Y detrás de todo ese gran aprendizaje, el de la responsabilidad del hombre no solo ante sí mismo, sino ante toda la Humanidad.
Una producción de Nao d’amores
REPARTO
Eva Rufo
FICHA ARTÍSTICA
Autora María Josefa Canellada
Dramaturgia y Dirección Ana Zamora
Interpretación Musical Isabel Zamora
Vestuario Deborah Macías
Escenografía David Faraco
Selección, arreglos y dirección musical Alicia Lázaro
Músicas Falla, Chopin, Shubert, Ponce, Couperin, Lázaro
Iluminación Miguel A. Camacho, Pedro Yagüe
Voz y Palabra Vicente Fuentes
Diseño y Realización del suelo Richard Cenier
Producción Germán H. Solís
Coordinación Técnica de la producción Fernando Herranz
Ayudante Artístico Pilar Peñalosa
Ayudante y Técnico de Iluminación Antonio Serrano
Realización de Vestuario Ángeles Marín / Deborah Macías
Fotografía Eduardo García / Javier Herrero
Foto Cartel Javier Herrero
Vídeo promocional Lapierna audiovisual





Rocío (propietario verificado) –
Hoy una diputada europea escribía en prensa ….”Europa traiciona a sus ciudadanos que contemplan horrorizados las imágenes incesantes de mujeres y hombres agotados, enfermos, heridos y angustiados llamando a nuestras puertas cerradas, y de niños y niñas perdidos en territorio europeo o ahogados en nuestras playas….”
En el Penal de Ocaña vimos cómo se debió sentir María Josefa Canellada metida de lleno en un drama que no comprendía, que la angustiaba y la destrozaba, a la vez que la hacía crecer interiormente. En los periódicos vemos como se deben sentir los que con su vida están dándolo todo por salvar vidas en el Egeo, en el Mediterráneo. Como envidio esas vidas con tanto sentido, con tanta responsabilidad.
Ana Zamora con esta obra aborda uno de los temas de máxima actualidad y creo que nos remueve profundamente la conciencia.
La obra es impecable, la actuación de Eva Rufo maravillosa, con una emoción “in crescendo” a lo largo de la obra que pone literalmente los pelos de punta. Su diálogo con el piano de la mano de Isabel Zamora es acertadísimo puesto que acompaña perfectamente a este “casi monologo” y la iluminación perfecta, dando a la representación mayor profundidad en momentos de gran emoción. Me encantó la idea de estar dentro del diario con ese dibujo clásico de “contratapa” de cuaderno antiguo.