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Hay alguien en el bosque.

OBRA DE TEATRO – DOCUMENTAL
INSTALACIÓN FOTOGRÁFICA –
PROPUESTA EDUCATIVA

 

Del 23 de marzo al 2 de abril

 

Teatro de la Abadía

Madrid, 22 de marzo de 2023.   Un proyecto multidisciplinar en el que hay esperanza

Cultura i Conflicte es un equipo multidisciplinar de profesionales que cree en la capacidad de la cultura como motor de diálogo y reflexión y como herramienta de transformación social. En este sentido, plantea propuestas en el ámbito de las artes escénicas, el audiovisual, la fotografía y el periodismo, partiendo de un trabajo de investigación conjunto que permita dar contexto y generar nuevas preguntas y nuevas ópticas de una realidad que siempre es poliédrica y diversa.

PEPITAP

«Estamos ante algo que está más allá del espectáculo.» 

Juan Mayorga

 

«Mientras celebrábamos Barcelona 92 y la Expo de Sevilla, miramos a otro lado y Europa se desangraba.»

Teresa Turiera-Puigbó

Hay alguien en el bosque, obra de la dramaturga Anna Maria Ricart, dirigida por Joan Arquè, se presentó en el Teatro de La Abadía este martes 21 de marzo . El acto contó con la presencia de Ariadna Gil, el director Joan Arquè, la directora del documental Teresa Turiera-Puigbó y parte del elenco. 

La obra, producida por Cultura i conflicte y el Teatre l’Aurora, se estrena el jueves 23 de marzo y recoge los testimonios de Nevenka, Milica, Meliha, Alen, Ajna y Lejla, mujeres que fueron violadas y sufrieron en sus cuerpos la guerra de Bosnia-Herzegovina (1992-1995). Hay alguien en el bosque les da protagonismo a través de la encarnación que hacen de ellas Ariadna GilMontse EsteveÒscar MuñozMagda PuigJudit FarrésPep Pascual Erol Ileri quienes interpretan no solo a esas mujeres, también a los hijos nacidos de esas violaciones e incluso dan voz a criminales de guerra. 

Pasó en el corazón de Europa, a dos horas de avión de Barcelona. Aquí disfrutábamos de la euforia
olímpica. En Sarajevo la habían vivida unos años antes. De repente, la televisión nos servía imágenes
de los campos de concentración en Bosnia Herzegovina, mezcladas con el medallero olímpico en
Barcelona. Hace casi tres décadas de aquella guerra, donde entre 25.000 y 50.000 niñas y mujeres
fueron violadas como estrategia de limpieza étnica. Los focos y las cámaras ya no están. Pero, ¿Ha
terminado la guerra para las supervivientes y los hijos e hijas nacidos de aquellas violaciones? Y
nosotros, ¿Dónde estábamos? ¿Dónde estamos ahora?

«Porque la violación como arma de guerra no solo sirve para humillar y atemorizar a toda una comunidad, sino que destruye a toda una generación y se perpetúa en la siguiente», Teresa Turiera-Puigbó