ORLANDO
Orlando es un personaje perfecto para albergar una mente libre, sin límites espaciales ni temporales, en un cuerpo sin etiquetas ni ataduras formales ni genéricas. Fruto de su ludopatía creadora nace este narrador de la historia de su país y su continente en la que toma parte de modo nada casual a lo largo de siglos. La cultura se erige como elemento vital en su acceso a los centros de decisiones y poder. Su formación, encantos y experiencia le abren las puertas de palacios y alcobas, puertas que atraviesa sin mirar atrás. En su peripecia existencial, como Némesis, presencia giros inesperados en el devenir de los hechos y los sobrevive en apariencia sin mancharse las manos, aunque sí con rasguños no sólo en el alma.
Con vocación necesariamente episódica, este montaje nos lleva por una feria de distintas etapas generacionales. Tras un interesante y sugestivo diseño gráfico de los carteles, hay mucho humor, hay ternura, hay una muy estudiada dirección escénica (Vanessa Martínez) para que tantos ingredientes, tantos personajes, tantas ideas, estilos y épocas coexistan armónicamente con un ritmo dramático constante y atractivo. Lo que por encima de todo hay es la evidente vocación de un grupo de actores que transitan por momentos diferenciados con credibilidad, excelente técnica y gusto por la obra bien terminada. Gustavo Galindo, Pablo Huetos, Rebeca Sala, Pedro Santos y Gemma Solé, cómplices y profesionales multidisciplinares, nos trasmiten, además del profundo amor por la belleza, la palabra y todo lo humanamente trascendente, el hastío y la profunda tristeza ante la decadencia de una cultura y un continente. Con una producción arriesgada y necesaria, Pablo Huetos cuenta con Alessio Meloni, que ya no nos asombra, por conocido y admirado, con el diseño de una escenografía ingeniosa, rica y exigente una vez más. El vestuario de Paola de Diego, los espacios sonoros y la iluminación contribuyen a la coherencia de este concepto dramático tan racionalmente disparatado.
Forster, amigo y biógrafo de Virginia Woolf, aplaudiría esta propuesta ante la que los mojigatos pondrían los ojos en blanco. Pero la posteridad no conserva el nombre de los mojigatos y sí el de los artistas escandalosos. De ellos es el reino de la fama.
Lo mejor: La sensibilidad para trasladar al escenario una obra tan compleja y con sentimientos tan íntimos.
Lo peor: Sorprendente que una producción de esta calidad no lleve tiempo representándose en Madrid.
ORLANDO de Virginia Woolf
Dirección escénica:
Vanessa Martínez
Reparto :
Gustavo Galindo …Biógrafo Poeta, Archiduquesa, Shelmerdine, Swift…
Pablo Huetos: Biógrafo Crítico, Greene, Lady R., Sra. Bartholomew…
Rebeca Sala: Orlando Pedro Santos Biógrafo Experto, Isabel I, Scrope, Sra. Grimsditch, Addison…
Gemma Solé : Biógrafo Aprendiz, Sasha, Penelope, Pope… ·
Equipo artístico y técnico
Escenografía : Alessio Meloni (AAPEE)
Construcción :Miseria y Hambre SL
Vestuario: Paola de Diego
Ayte. vestuario : Íñigo Álvarez de Lara Moreno
Ilustraciones: Luis Frutos
Animación: Chicken Assemble
Iluminación: David Martínez
Coord. técnica: Miseria y Hambre SL
Ensemble:
Laura Salinas / Viola de gamba, Ramiro Morales / Guitarra barroca y archilaúd, Iván Mellén / Percusiones, Roberto Terrón / Contrabajo , Joan Espina / Violín, Antonio Toledo / Guitarra española y Bouzuki, Daniel del Pino / Piano y Andreas Prittwitz / Director musical, flautas, clarinete y saxos.
Asesoría de movimiento: Arnold Taraborrelli
Lucha escénica: Mon Ceballos
Fotogafía & diseño grafico: Javier Naval
Producción y Distribución: Pablo Huetos
Dirección escénica y dramaturgia: Vanessa Martínez
Una Producción de la Compañía Teatro Defondo (Comunidad de Madrid)