PUÑOS DE HARINA
Autor
Jesús Torres
Dirección
Jesús Torres
Producción
El Aedo
Los espejos del tiempo
Puños de harina es una propuesta exigente: un actor, dos papeles intercalados, dos registros diferentes y elementos comunes a ambas historias en contextos históricos distintos. Dos monólogos segmentados que, en paralelo, recorren vías similares.
El boxeo es el pretexto, metáfora existencial, que une a Johann Trollmann y a Saúl. Ambos son gitanos, ambos son boxeadores, con distinto grado de vocación, y a ambos les tocó transitar por el omnisciente universo de las dictaduras, políticas o de las otras.
Con una estructura fragmentaria, esta obra se divide en una doble serie de diez actos / rounds de tres minutos y ambos personajes nos narran su evolución personal y su confrontación con el pensamiento único de épocas pasadas. Uno, Trollmann, personaje real, en pleno nazismo alemán y el otro, Saúl, ficticio, en los albores de una democracia española en plena construcción.
Frente a una estructura social alienante, es el boxeo y son los factores diferenciadores de su raza común los que les sirven de apoyo para la elaboración de su evolución personal y la toma, no siempre con éxito, de decisiones. Saúl vive, además, su homosexualidad como víctima, pero culpable según el relato de su entorno familiar y social.
Jesús Torres, renacentista en su versatilidad, escribe, dirige e interpreta esta exigente apuesta, muy física y muy emotiva en su intensidad dramática. Admirable es el convencimiento con el que reviste cada palabra y cada giro de sus discursos. Nos acompaña en este viaje personal hacia la intimidad de unos personajes que no nos son ajenos y de cuya dignidad aún queda mucho por aprender.
Se trata de un texto más biográfico que poético. La adaptación del habla de los personajes añade verosimilitud a un relato que podría haber caído en el arquetipo, pero que sobrevive con éxito gracias en parte a los guiños de sinceridad con los que tan fácil resulta identificarse. La brillante interpretación de Jesús Torres, con su sencilla complicidad y buena técnica, aporta todo lo demás.
El espacio escénico viene marcado por un cubo / ring que sirve como soporte de proyecciones y acota ciertas escenas. Los espacios sonoros y la iluminación son sorprendentemente eficaces, no sólo como telón de fondo, sino con entidad propia y valor expresivo y narrativo. Todos los aspectos técnicos contribuyen a la creación de espacios a partir del vacío. La oscuridad está poblada de monstruos, pero también es la base para que la luz reine y nos despierte lo dormido que aún reside en nuestras conciencias, dentro de la corriente de visibilización y dignificación de la diferencia como factor de crecimiento y riqueza personal y social.
Lo mejor:
El trinitario trabajo de Jesús Torres
Lo peor:
Todavía lo estamos buscando
Interpretación:
Jesús Torres
Voces en off:
Eva Rodríguez, Antonio M.M. y David Sánchez Calvo
Diseño de iluminación:
Jesús Díaz Cortés
Espacio sonoro y música:
Alberto Granados
Videoescena:
Elvira Zurita
Técnica:
Nuria Henríquez
Coreografía:
Mercé Grané
Escenografía y vestuario:
Mario Pinilla
Entrenamiento personal:
Diana Caro
Entrenador de boxeo:
Nelson Dotel
Fotografía:
Moisés F. Acosta
Jefa de prensa:
Raquel Berini
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